Piquete ISS Facility Services. Frente a su represión nuestra solidaridad. Madrid.
Que la policía, como cualquier otro cuerpo represivo, desempeña un papel fundamental en el mantenimiento del sistema capitalista es algo que todos tenemos claro. Que casi todos, por no decir todos, disfrutan ejerciendo sus funciones también. Lo que algunos igual aún no tienen claro es que nos encontramos desde hace algún tiempo ante una nueva oleada represiva, porque reprimir reprimen siempre, pero a veces con más intensidad.
Gran parte de los movimientos sociales son conscientes de ello porque les ha tocado sufrirlo en sus carnes, en el último año se han destapado varias infiltraciones en diferentes colectivos. Pero gran parte de la “gente de izquierdas” sigue sin darse cuenta de que las cosas están peor de lo que piensan. No sólo porque el gobierno «más progresista de la historia» no ha retirado la Ley Mordaza y ha aumentado el presupuesto para gastos policiales y militares. Además de eso cada vez son más frecuentes las identificaciones, cacheos, retenciones y demás herramientas utilizadas habitualmente por la policía.
A nosotras nos tocó el pasado 31 de octubre vivir nuestra dosis de aumento de represión, por si teníamos poca. Como somos un sindicato los hechos ocurrieron durante un piquete, en este caso un piquete contra Mercadona, empresa que vende los productos de ISS Facility Service, que a su vez ha despedido a un compañero por llevar a cabo una lucha sindical para mejorar las condiciones de su puesto de trabajo.
Lo «normal» es que a casi todos nuestros piquetes acabe viniendo la policía, normalmente a requerimiento de la empresa. Y lo “normal” es que identifiquen a una persona, generalmente la que tiene el megáfono, que apunten el lema de la pancarta, se lleven un panfleto, nos den la chapa con el ruido y las pegatinas y se vayan.
Pero esta vez no fue así.
Al poco tiempo de iniciar el piquete vinieron varios policías nacionales. Al principio 4-5 a los que luego se acercaron otros 3-4 agentes que estaban de incógnito y luego vinieron otros 5-6 más, con lo que hubo un momento en que ellos eran más que nosotres.
Nos pidieron la documentación a todxs, cosa que en los últimos meses ocurre cada vez más a menudo, y nos obligaron a ponernos contra la pared a la vez que hicieron una especie de cordón de seguridad entre nosotras y lxs viandantes, obstaculizando así el desarrollo del piquete. También nos prohibieron el uso del megáfono y nos dijeron que nos iban a cachear a todxs. Todo esto con una actitud claramente intimidatoria, de hecho llegaron a tirarnos una de las banderas al suelo tras arrancársela de las manos a una compañera, y posteriormente nos quitaron los palos de todas las banderas “por su seguridad” según decían. Y al final hasta se llevaron a una mujer que pasaba por allí y se acercó al piquete sólo por negarse a identificarse sin que le diesen motivos para ello.
Intentamos explicarles en varias ocasiones que se trataba de un piquete, que estábamos en nuestro derecho de llevarlo a cabo, que nunca habíamos visto algo así, etc. Todo en vano porque, como es sabido, con la policía no hay argumento que valga, tienen el poder y la porra en la mano y la Ley de Seguridad Ciudadana en la boca en todo momento.
Así que frente a este nuevo incremento de la represión nos queda lo de siempre: seguir teniendo la lucha por camino y la solidaridad como arma. Porque no vamos a dejar de luchar por nuestros puestos de trabajo, nuestras casas, nuestros espacios y en definitiva por una vida que merezca la pena ser vivida.