Comunicado de CNT-AIT de Madrid en apoyo a lxs 6 de «La Suiza»
Hace unas semanas conocíamos la ratificación del Supremo a la condena de 3,5 años de prisión y 150.000€ a las 6 de la Suiza por hacer frente al acoso sexual y explotación laboral de un hostelero a una trabajadora de dicho establecimiento.
Desde la CNT-AIT de Madrid queremos mostrar nuestra solidaridad con las represaliadas y nuestro más rotundo rechazo a la persecución a la que se está sometiendo a estas 6 compañeras y a muchas otras que desde diferentes ámbitos de lucha, como el sindical pero también el de vivienda o el de el ecologismo radical, se están enfrentado a penas de prisión por defender en última instancia una vida que merezca la pena ser vivida.
El de la Suiza es un caso que ha llegado a oídos de todes, pero no debemos olvidar que no es un caso aislado, al contrario, se inscribe en una persecución más amplia que pretende no sólo reprimir sino también disciplinar y amedrentar a quienes se planteen dar un paso adelante en la lucha contra el Capital, el Estado y el Patriarcado. Es un aviso a navegantes: si te enfrentas al sistema puedes acabar entre rejas. Esto en sí mismo no es ninguna novedad, puesto que el poder siempre ha reprimido a quien pretendía derrocarlo. Lo que sí que es novedoso es que de un tiempo a esta parte se ha ido estrechando el margen de acción, y lo hará cada vez más, pues el capital se halla en fase terminal y está dispuesto a arrasar con todo antes de morir.
El mensaje que nos envían es claro: ahora ir a una manifestación antifascista puede llevarte a la cárcel, como a las 6 de Zaragoza. Tirar zumo de remolacha al congreso puede llevarte a la cárcel, como a lxs de Rebelión Científica. Criticar a la monarquía en una canción o expresar tu opinión en Twitter puede llevarte a la cárcel, como a Pablo Hassel. Y por supuesto, hacer un piquete denunciando la explotación laboral y el acoso sexual puede llevarte a la cárcel, como a las 6 de la Suiza o a dos militantes de la CNT-AIT Granada, a quienes piden 2 años de cárcel y 30.000€ de multa en un caso que tiene demasiados ecos con el de las compañeras de Xixón.
Frente a esto no podemos pedirle al Estado que interceda, puesto que la violencia emana del propio Estado que es quien legisla y legitima la explotación y la represión. Nuestra única opción, ahora como siempre, es organizarnos al margen de las instituciones burguesas. Nuestra mejor arma, ahora y siempre, es la solidaridad. Y nuestra mejor herramienta, ahora y siempre, es la acción directa.
Porque hacer sindicalismo no es delito, y aunque lo fuera seguiríamos haciéndolo.
¡Libertad a las 6 de la Suiza!