Opinión: ¿Preguntas por la aplicación del anarquismo en proyectos del mundo real?
El objetivo del anarquismo es la revolución, pero entendemos esta revolución en un doble sentido: Negativamente, estamos en contra del capitalismo y del Estado. Positivamente, estamos a favor de la extensión de la democracia (democracia directa y participativa) en todas las parcelas de la sociedad.
La creación de la democracia es (a fortiori) la destrucción del Estado, porque lo que hace que un Estado sea un Estado, es que es un aparato de poder jerárquico y burocrático que se encuentra separado y por encima del pueblo que gobierna.
La creación de la democracia es la destrucción del capitalismo, que es la relación jerárquica y burocrática en la que nosotros, los trabajadores, estamos subordinados a los empresarios y accionistas que dirigen y explotan nuestro trabajo para obtener beneficios.
La democracia no es votar a los dirigentes para que decidan en nuestro nombre; una oligarquía seleccionada por votación sigue siendo una oligarquía. No, la democracia es la creación y el cambio de situaciones para que podamos reunirnos en base a la igualdad para debatir y decidir votando directamente sobre todas las cuestiones que nos afectan en común.
Has preguntado por los proyectos del mundo real, ¿cómo se consigue esto en el mundo real y a escala del mundo real?
A través de la estrategia del anarcosindicalismo.
La Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) es una federación de sindicatos de trabajadores organizada y que opera según los principios anarquistas. Su objetivo es avanzar y defender los intereses de los trabajadores contra las clases capitalistas y rentistas de hoy, mientras construye una organización capaz de llevar a cabo la revolución social de mañana.
La clave es que las organizaciones federadas dentro de la AIT no esperan a mañana para hacer realidad la democracia. Afiliarse es empezar a participar directa e inmediatamente en el proyecto de autonomía colectiva e individual.
La autonomía colectiva e individual son dos caras de la misma moneda. No puedes lograr un desarrollo pleno de tu autonomía individual a menos que crees y participes activamente en instituciones sociales que realicen y practiquen la autonomía colectiva, es decir, la «democracia» en su sentido directo y participativo.
Mientras que el objetivo final por el que trabajan todos los anarquistas es la revolución social -la extensión de la democracia (directa y participativa) a todas las instituciones de la sociedad-, nosotros afirmamos nuestra autonomía en el aquí y ahora intentando construir organizaciones con este carácter.
Cada reunión, cada piquete y cada huelga representan un acontecimiento en el que el poder del capitalismo y el poder del Estado encuentran resistencia y se les hace retroceder.
Cada intento de organización y de extensión o de organización demuestra aún más el hecho de que pensamos y actuamos por nosotros mismos, como individuos y como miembros de la clase obrera.
Esto es lo que lo convierte en un proyecto del mundo real.
La revolución no es un acontecimiento lejano de todo o nada. La revolución son todos los pasos en el camino hacia, a través y más allá de cualquier clímax de la lucha. Y nada de lo que hagamos para apoyarnos mutuamente a través de la organización y la militancia de una organización anarcosindicalista es inútil. Esto es lo que la hace realista como estrategia a largo plazo para la revolución. Los beneficios de la participación son directos y gratificantes a pesar de la distancia a nuestro objetivo final.
Los valores, acciones y formas de relación (igualdad, autonomía, solidaridad, ayuda mutua, democracia directa, acción directa, federación) que ponemos en práctica hoy en nuestras organizaciones son los mismos valores, acciones y formas de relación que caracterizarán una futura sociedad anarquista y socialista libertaria.
Y nada construye más la confianza en uno mismo y la verdadera amistad con los demás que comprometerse en una lucha por mejores salarios y condiciones o para conseguir que los trabajadores despedidos sean readmitidos o indemnizados. No necesitamos que los burócratas de los sindicatos mayoritarios nos digan cómo hacer estas cosas. Somos más creativos y conseguimos mejores resultados cuando lo hacemos por nosotros/as mismos/as.
Podemos prescindir de los jefes, los burócratas y los políticos, pero ellos no pueden prescindir de nosotros/as. Esa es nuestra fuerza y nuestro poder.
Todo lo que tenemos que hacer es pensar, organizarnos y permanecer juntos cuando actuamos. Tenemos las herramientas para hacerlo. Se llaman anarcosindicalismo y AIT.
Traducción del texto de ASF Melbourne North «You ask about implementing anarchism in real world projects?» – https://asf-iwa.org.au/you-ask-about-implementing-anarchism-in-real-world-projects/
Anarcho Syndicalist Federation · Melbourne North – International Workers’ Association
Confederación Nacional del Trabajo – Asociación Internacional de los/as Trabajadores/as