Unos días de humanismo ácrata entre naturaleza y lumbre Albacete
Con la sencilla premisa de compartir conversación, paseos, experiencias e inquietudes, en el ocaso del mes de agosto y el amanecer de septiembre nos dimos cita un buen grupo de militantes y simpatizantes de la CNT-AIT en plena Sierra de Alcaraz, un antiguo Cortijo que servía de refugio trashumante para el paso de la montaña y que tras su desuso fue reparado y socializado hace cuatro décadas por el movimiento libertario de Albacete para el encuentro, el higienismo y la reflexión.
Recorriendo un largo y llamativo camino entre paredes y barrancos, fuimos llegando al pequeño valle donde se asienta el cortijo, rodeado de bosque conífero en las laderas, antiguos bancales en terraza junto a la casa y matorrales y arboles caducos en las hondonadas, el paisaje nos daba la bienvenida.
Muchas compañeras conocidas, nuevas caras y alguna reconfortante y justa sorpresa, fue la mezcla resultante según fuimos encontrándonos en aquel refugio.
De los cinco a los ochenta años, de Galicia a La Mancha, de la timidez al desparpajo el heterogéneo grupo resultante comenzó a compartir sus particularidades, experiencias e inquietudes vitales en cada paseo, en cada lumbre, en cada sobremesa, en cada tarea… Sin haber acordado ninguna temática previa, las conversaciones y los debates fueron evolucionando de las costumbres y el humor, hacía las problemáticas de la realidad actual de forma natural, el aumento de coste de la vida, la ampliación de la espiral de la pobreza, la deuda, la explotación moderna, las nuevas traiciones de la política sobre la clase obrera, la cultura opresiva, la desorientación y alienación social, los sistemas de salud y la estandarización de la salud mental, la marginalidad, la privatización de lo común, del pensamiento y de la crítica, el colapso del sistema social de consumo, el agotamiento de los recursos, el calentamiento climático, la contaminación y destrucción de los espacios de vida, el desvanecimiento de los movimientos sociales, la crisis de la ecología social, la formulación contestataria… sin conclusiones cerradas, el encuadre de todas estas cuestiones giraron entorno a dos ideas principales, la autarquía de base o la organización revolucionaria, según la radiografía general de las sociedades modernas, que atendiendo a la realidad daban poco margen al optimismo revolucionario, sin embargo las historias personales de lucha y resistencia contra el capitalismo de posguerra que llega hasta nuestros días o contra el sistema penitenciario invitaban a desarrollar nuevos compromisos organizativos libertarios y revolucionarios, mantener vivos y activos los principios y finalidades en la cultura social es y será vital.
La lluvia apareció con fuerza en los últimos días de estancia tras un verano seco y tórrido, fue una alegría sentirla, está nos confino en las salas del Cortijo acercándonos aún más. La pequeña convivencia de este grupo se mostró innatamente autogestionaria, solidaria y humana, la organización resulta fácil y natural cuando quienes la practican llegan sabiendo y asumiendo los principios de la concepción anarquista de la vida, se pudo atisbar que el resultado de complejizar la duración y el objetivo, el resultado de extrapolar a toda una sociedad el día a día de una convivencia, debe por tanto, tener el mismo resultado con estos principios, el acuerdo resulta más sencillo cuando los intereses son comunes, nos quedamos y resaltamos esta conclusión, y volvemos sin duda más animadxs y conscientes para comenzar un nuevo ciclo de luchas en los frentes a los que nos empuja el capitalismo y sus Estados.
Viva la anarquía.
Viva el Comunismo Libertario.